¿Te has encontrado alguna vez en un momento en el que, después de superar un gran desafío, te preguntas qué viene después? Como si estuvieras esperando la siguiente gran escena de tu vida. Pues esa fue mi situación antes de decidir viajar a Australia desde España.
Soy un pavo de 26 años de un pueblo de la comunidad de Madrid que podría decir que trabajaba en un trabajo cómodo, con un contrato indefinido que me había ganado a base de práctica y motivación por mejorar cada día.
Pero por dentro yo estaba en plan… no me creo que haya llegado hasta aquí sin saber inglés, que haya encaminado mi carrera de tal manera para no tener que hablarlo en un departamento de comunicación en 2024, a la vez que sentía que lo que antes para mí eran retos se había convertido en pura rutina.
Y así fue como germinó en mi cabeza la idea de aprender inglés en otro país, el principio de una aventura que exploraré en detalle en el siguiente artículo.
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Por qué pensé en viajar a Australia desde España
Primero pensé en Inglaterra, pero claro, luego lo reflexioné y me rayaba un poco el clima, ya sabes, mucho frío y lluvia.
Además, me preocupaba que en Inglaterra me encontrara con muchos hispano hablantes o rumano hablantes (mi segunda lengua nativa). En situaciones complicadas, mi mente siempre recurre inconscientemente a esos idiomas volviendo automáticamente a mi zona de confort y rehusándose a seguir aprendiendo.
También me conozco: saber que puedo comprar un billete de avión barato y volver a España para cada cumpleaños, festivo, etc., haría que me gastase mucho dinero sin darme cuenta y no tendría una inmersión total en el inglés porque cada 2×3 estaría volviendo a hablar español.
Así que, después de valorar varios países, tipos de visado, escuelas de inglés, costos de vida y posibilidades laborales en hostelería o construcción (ya que era lo que más me interesaba teniendo en cuenta mi nivel básico de inglés)… Me topé con un país del que todo el mundo habla maravillas, pero cuya ubicación ni siquiera conocía, porque en mi mente estaba demasiado lejos como para identificar su localización.
Y sí, estoy hablando de Australia, el país de los canguros, koalas, murciélagos dopados, aves que atacan cabezas… y podría seguir así, pero no acabaría nunca este artículo.

Por lo que, comencé a investigar sobre agencias de estudios para tramitar la visa y terminé gestionándolo con una agencia grande de España. Contraté una visa de aproximadamente 8 meses, de los cuales 6 meses y medio consistían en clases de inglés de lunes a viernes, en ILSC de Brisbane con un precio de aproximadamente 6000€ incluyendo seguro médico y aplicacion a la visa.
Por lo tanto, después del hachazo que me metieron con el precio de la visa, seguro médico, la escuela, pruebas médicas y traducciones (estas dos últimas se pagan aparte).. Procurando no abrir la cuenta para no ponerme a llorar, me dispuse a comprar los billetes para llegar a Brisbane.
Y en mi caso, compré los billetes con una aerolínea de Hong Kong llamada Cathay Pacific, pagando alrededor de 1300€, con una duración del viaje entero de 30 horas, incluyendo una escala de 8 horas. Los billetes incluían la selección de los asientos, 2 maletas de 23 kg y el equipaje de mano de hasta 7 kg.
Mis preparativos antes de volar
Como yo soy un rayado y me preocupo por cosas que en situaciones normales no pasan, os contaré mis preparativos para viajar a Australia desde España por si os resultan interesantes.
Lo primero que hice fue asegurarme de que mi banco, La Caixa, no me pusiera pegas para hacer pagos en Australia si hiciera falta. En la oficina me preguntaron por qué me iba tan lejos😂 y luego me dijeron que no me preocupara, porque no habría problema mientras no hiciera nada fuera de lo común (como pagos grandísimos o muy seguidos).
Lo segundo que hice es asegurarme de que Revolut y Wise me funcionasen y dejarme algo de dinerillo ahí también por si las moscas, ya que con la Caixa terminaría pagando más comisiones al igual que con cualquier otro banco español.
Lo tercero, descargarme el Inglés, el chino y el español en la app del traductor, al igual que los mapas de Hong Kong y Brisbane en mi app de Google maps, de esta manera en el caso de no disponer de datos en el móvil siempre me podría guiar y hablar por los sitios por los que iba a ir.
Lo cuarto, (esto es de ser muy rayado) pero como aún tenía mi teléfono antiguo previo al que tengo ahora, decidí instalarle las mismas aplicaciones anteriores y deje ese teléfono siempre en un lado distinto a mi teléfono principal, por si la liaba y perdía el mío.
Viajar a Australia desde España con Cathay Pacific, mi experiencia.
Mi aventura de viajar a Australia desde España comenzó desde Madrid a las 12 del mediodía, hora española. Durante el vuelo, nos sirvieron aproximadamente tres comidas y ocasionalmente bebidas como agua, café y vino. Esto fue genial porque ya venía incluido en el precio del billete estándar.

Además, teníamos una tablet incrustada en el respaldo del asiento delantero con una amplia selección de películas y auriculares nuevos, así como una manta por si nos daba frío. Como dato curioso, pensé que podría ver 2 o 3 películas durante todo el trayecto, pero entre los nervios del viaje y el hecho de que nunca había pasado tanto tiempo en un avión, lo único que hacía era empezar películas y cambiarlas a los 30 minutos porque no lograba concentrarme, por muy buena que fuera la película.
Mientras llegábamos a Hong Kong surcando los cielos ya se podia apreciar una de las cosas mas habituales de Hong Kong, la capacidad que tienen para aprovechar el espacio, en este caso se podía apreciar un mar lleno de molinos de viento y otras infraestructuras construidas sobre el mar, como el propio aeropuerto.

Y una vez aterrice, comencé una escala de 8h, a la que previamente me prepare un itinerario para visitar el Puerto de Victoria y alguna cosa más, pero al final tuve algún problema para activar mi sim virtual para disponer de datos en Hong Kong por lo que tarde varias horas en solucionarlo y solo me quedaba tiempo para dar una vuelta rápida por Hong Kong, por lo tanto, me cogi un tren que sale directamente desde el aeropuerto pagando 105$ honkonienses con revolut, lo que al cambio fue alrededor de 12e y me fui a Kowloon Station, una de las estaciones de tren mas importantes de Hong Kong.

Aquí me di una vuelta por la zona y pude ver los edificios residenciales mas pequeños que he visto en mi vida, tan pequeños que hasta daba vértigo jeje…

Después de esto volví al aeropuerto en donde me di una vuelta por las instalaciones, visite el Observatory Decky en donde puedes ver los aviones despegar y aterrizar y también conocer más de la historia del aeropuerto.

Y al final cogí mi segundo vuelo, también con Cathay Pacific el cual me llevo a Brisbane en alrededor de 9h, mientras nos iban dando de comer al igual que en el primer vuelo.
Mi llegada a Australia desde Hong Kong
Ya llegando al final del viaje, antes de aterrizar, nos proporcionaron un formulario llamado «Incoming Passenger Card«. Este es un documento que debemos tener completado antes de pasar el control de inmigración. En este papel te preguntan sobre los bienes que llevas contigo, tu historial médico e historial criminal. En mi caso, lo rellené, lo entregué y me dejaron pasar a la primera, sin inspeccionar mi equipaje.
Una vez pasado el control de aduanas, un chico de la agencia con la que tramité mi visa vino a recogerme, ya que pagué un extra para que me recogieran, me llevaran al hostal que había pagado previamente desde España y me dieran una tarjeta SIM.
Para mi sorpresa, no tenían la SIM porque tenían un problema con la compañía telefónica. Además, el chico que me recogió no era el surfista en chanclas con un todoterreno que me había imaginado, dejándome llevar por la publicidad de la agencia😅, sino un subcontratado por la agencia solo para recoger gente y llevarlos en un Uber que pedía él mismo. Pero, aun así, lo único bueno fue que me hizo sentir tranquilo pensar que me esperaba alguien en un país que está a 17.000 kilómetros del mío.
Dejando de lado la agencia, como mencioné antes, reservé un hostal llamado Brisbane Quarters en el suburbio de Spring Hill, que está literalmente pegado al centro de la ciudad. Esto me permitió comenzar mi aventura, la cual compartiré en los próximos artículos.
En resumen, mi experiencia ha sido fluida, sin problemas con los bancos y sin barreras significativas con el idioma. A pesar de algunos pequeños imprevistos durante el viaje, disfruté mucho. Aunque hubo algo de estrés por ser mi primer viaje intercontinental, la experiencia en general fue muy positiva.
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